El trocito de materia infame perdido en el todo y que es absolutamente nada en el universo de los universos probables está condenado.

Nunca será todo lo bello que merece el escenario que nos fue dado, o mejor dicho impuesto, mientras un solo ser aún sufra.


POESÍA IMPROVISADA

(SELECCIÓN DE VOLÚMENES I, II Y III)

El tiempo está aquí pero no lo puedes ver porque ya se ha ido,

el tiempo está aquí pero no lo puedes coger porque se va.

Cuando miras el tiempo que se marcha no ves el que viene,

cuando ves el que viene no miras el que está.

 

Quieres parar pero el tiempo se mueve,

quieres correr pero el tiempo te frena,

no sabes dónde ir pero vas,

el tiempo te lleva, a su ritmo, nunca al tuyo.


Amigo mío, sólo tómate tu tiempo porque el tiempo es tuyo,

tuyo fue ahora y lo es después,

como agua entre tus dedos,

que ya no son los mismos pero aún sientes su frescor…


Nada a favor y toma todo esto que te es regalado,

porque si algo seguro eres,

tiempo, tú también.

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Tanto arte y tanta pasión puestas

que se hiela el hielo hasta quemar.

El amor me persigue y no quiero esconderme,

la flor florece sólo al paso del tiempo…


Tanta belleza que se abre el vacío,

tanta luz que se enciende lo oscuro.

Yo sé lo que tú has pensado y no necesitaré hablarte,

pero te digo.


Estamos tres y nos observamos, así ha de ser, tantas veces.

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Por primera vez, por primera vez…

Por aquella vez desdibujé el semblante,

por aquella vez llovió en mis risas,

por aquella vez brindé, sin copa…

por aquella vez no hubo nadie,

por aquella vez calló el cielo,

por aquella vez la cuesta descendió.


Por aquella vez que jugué,

por aquella vez que gané,

por aquella vez que no creí…

Por aquella vez fui mayor siendo niño,

por aquella vez fui niño sin haber nacido,

por aquella vez no muero sin vivir después.


Por esta vez no hables,

por esta vez no te peines, adórnate.

Por esta vez que lo siento, por este día de recuerdo…


Por esta vez la Verdad es Libre,

y por esta vez no hay arrastre,

por esta vez soy Yo,

y quizá no lo dejaste.


Por esta vez sabremos qué fue de los tejados,

por una vez vivimos, el presente fue pasado…

---

Ellos vendrán cuando caiga la luna,

una estrella que se apaga es sólo una canción cautiva…

La mirada del destino huele a sombra de humildad,

las casas bajas a lo lejos, y aquí conmigo… honestidad.


No pretendo pretender, no me hables sin calor,

las noches pálidas se fueron, perdió el rencor…

De la fuente que no ves lucen ecos del amor,

qué será del duelo, qué seremos sin don…


Por aquellos caminos se andó lo que se andó,

ahora estoy vestido, y llevo pan fresco,

llevo agua, y algo de dulzor…

En lo espeso y amargo se abre paso el Sol,

amarillo temprano, anaranjado son.

---

Una sonrisa para el señor,

otra para la mora,

a veces hablo,

a veces digo.


Presencia de otro cielo,

camisa sin cuello,

un clavel en la solapa,

un artista sin dueño.


La inspiración del latir,

el deseo, sin vivir,

amores ciegos,

sombreros sin dones.


Alimenté al viento,

comí la nada,

bebí tu aliento.

De aquellas tardes sin lluvia,

hoy en día traen a mi recuerdo sonrisas,

las tuyas.

---

Marineros sin nave,

especies sin alas,

bocas sin dientes,

dentelladas desazonadas.


La mirada de los ciegos en penumbra,

las águilas doradas a lo lejos,

fuente de sangre viva,

sacos de incienso.


La vid de nuestras tierras,

campos de cultivo,

insectos de un infierno,

metal escondido.


A veces miro al cielo y veo las nubes,

son negras y espesas,

llueve y me contento,

que así siga,

¡a mí el viento!

---

Alejandría de quebrantos,

mujer sin espejo,

manantial sin fuero,

cerveza sin espuma.


Los camellos de lo blanco,

los botijos del esmero,

tu pelo enredado en mi alma,

tu celo clavado en mi pecho.


De los mismos infiernos,

del azufre cociendo,

hija del Diablo en invierno,

quemas como el rojo muerto.


Del éxtasis vengo, a la ópera vuelvo,

tráeme mas arcilla,

no he acabado mi cuenco.


Un hoyo en el mundo,

un pedazo de cielos,

lo verde y lo incierto,

lo malo sin bueno.

---

Hoy suenan las campanas de la Gloria,

hoy hay luz en mi ventana,

hoy brilla el Sol en la alborada.


Trinos y fandangos vitorean al constante,

el sufrimiento y la espera fermentaron las uvas,

ahora brota el vino de la sangre de mis venas.


Los te quieros del ayer serán ecos hoy y música mañana,

son las puertas que se abren y a mi paso se engalanan.

De los días del bien y del mal,

de las noches sin dormir,

son torres altas, pero todas cayeron.

---

No hay Sol esta mañana,

pero yo brillo de igual fortuna,

amo lo que veo,

admiro lo que miro.


Pienso en tus ojos,

verde trigo de aceitunas,

pequeñas muecas,

son tan duras…


Hablando de la gente,

comiendo con ignorantes,

pensando en lo que pienso,

amo ahora y tanto tengo…


En el tiempo de esa clave,

en las riñas de colegio,

unos versos sin final,

una noche de romeros.

---

El pensar es pensamiento,

saber elegir es un don,

carmines bajo el agua,

lluvia en mi balcón.


Bohemia vida de penurias,

sabor a lumbre en un rincón,

rojo y verde en mi descanso,

uno y uno fueron dos.


El día que me quieras ha pasado,

los pasos dados ya nos marcaron,

a fuego lento en nuestra piel,

a sangre fría en nuestro ser.

---

La alborada de un payaso,

los colores de un gracioso,

las peras del olmo,

la paz de Octavio.


Por pascual te he sido dado,

por familia un Duarte,

guerra y castigo,

el crimen de la paz.


Un proceso sin final,

garrapatas de Manuel,

el mártir que no muta,

una república nauseabunda.


Andando con el inglés,

soñando con Mefistófeles,

pensando en Hispanoamérica,

tratando de comprender la hoguera.


Un precio por descartar,

un Alejandro muy muy Magno,

historia de España vieja,

el tao y mucho llanto…

---

A mis amigos el Sol,

a vosotros que sois un Dios,

os dedico mi tiempo,

porque lo merecéis por dos.


Muchos y buenos,

no tuvo piedad el Señor,

no sé a quién dejo sin ellos,

pero a mí me los dio.


El que me cogió cuando caí,

el que me llamó cuando perdí,

el que me mira sin decir,

el que me escucha,

el que viene,

el que me hace reír…


Todos estáis aquí,

y no olvidéis lo que importa,

que sólo importa lo que fragua,

que sólo queda lo que pasa.


Los días más felices de la tierra,

son para vosotros todos,

porque de lo más simple, alquimistas,

lo que sois, Oro.

---

Me pido lo bueno,

y me lo doy,

me alegro por dentro,

y por fuera soy.


Que tengo el cielo aquí,

que soy feliz así,

que quiero hasta morir,

y que la música va por mí.


De cero, a cien,

de nada, de todo,

del pelo, del bien,

de lo presente,

del que me entiende,

del que me quiere entender.


Ya es lunes de arte,

ya es día al ver,

lo que viene por viniendo,

a los que me quieren,

a los que no,

también.

---

Amor inmortal,

y en la cara la cruz,

la cruz de un puerto,

un puerto bello,

en el quiero atracar.


El sutil verso nunca dicho,

la más terrible poesía no recitada,

el recuerdo de un recuerdo,

esta noche tan callada…


El ritmo de tus pasos,

me llenan de “melancos”,

somos todo pasión.


Cae la nieve en mi recuerdo,

el musgo de un vampiro en la pared,

no nos quedaremos ciegos,

no por esta vez.


Hubo un día en que detuviste el tiempo, no lo olvidaré,

éramos pequeños, pero me sentí muy grande.


Devuélveme esa mueca y te llevaré al teatro del sur,

donde no hay norte, donde no hay norte…

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